En un evento sin precedentes, Dubai se vio sumida en el caos después de enfrentar las peores inundaciones en los últimos 75 años. Momentos antes de que las lluvias históricas azotaran la ciudad, el cielo se tiñó de verde, un fenómeno atribuido a la siembra de nubes realizada por el país para inducir artificialmente la lluvia.
Los efectos fueron devastadores: aeropuertos inundados, autos flotando en las calles y estaciones de trenes paralizadas. La ciudad quedó prácticamente inmovilizada ante las inundaciones sin precedentes.
Algunos expertos señalan que el uso excesivo de yoduro de plata en la siembra de nubes podría haber contribuido a la magnitud del desastre. Este episodio de graves inundaciones y lluvias extremas ha sacudido no solo a Dubai, sino a gran parte de los Emiratos Árabes Unidos.
Las imágenes capturadas durante el evento son impactantes: el Aeropuerto Internacional de Dubai, recientemente clasificado como el segundo más transitado del mundo, se ve sumergido bajo el agua, con aviones intentando navegar a través de la inundación. Las carreteras se convirtieron en ríos, obligando a muchos automovilistas a abandonar sus vehículos.
Las cifras son alarmantes: en solo 12 horas, Dubai recibió casi 100 mm (4 pulgadas) de lluvia, lo que equivale a un año entero de precipitaciones en la región. Este evento extremo es un recordatorio contundente de los impactos del cambio climático, que, según los científicos, podría intensificar la frecuencia e intensidad de tales eventos en el futuro.
Las autoridades advierten sobre la necesidad de tomar medidas más enérgicas para abordar los desafíos climáticos y recalcan la importancia de no jugar con la naturaleza, sino más bien cuidarla en un momento en que los fenómenos extremos se vuelven cada vez más comunes.